El poder del propósito

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¿Por qué es que algunas empresas parecen ser naturalmente irresponsables? Y, ¿por qué existen empresas con valores que parecen no sólo atraer al consumidor sino que crean movimientos completos detrás de ellas?

La historia de la corporación – como concepto - ha partido de un origen comunitario para solventar necesidades locales, ha viajado por el sendero de la eficiencia productiva y por desgracia ha culminado su camino con una reputación algo dudosa. La era de la re-invensión en la que nos encontramos hoy, requiere de empresas más conectadas con su entorno – que busquen devolverle el lado humano a la humanidad.

Para las empresas, el PROPÓSITO es una aspiración superior a su propio negocio. Es la llave de la re-invención. Un norte claro que define a la empresa como una parte integral de la sociedad en la construcción del éxito mutuo – Stephan Schmidheiny lo dice mejor; “no puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas”. A eso, agregaría yo; no podrán tampoco existir sociedades exitosas con empresas desconectadas de su entorno.

Cuando una empresa logra encontrar ese propósito superior, todo lo que hace cambia para siempre, ya que existe un marco moral central que define sus interacciones. Ejemplo de esto son:

  • Whole Foods – Crear un mundo más saludable

  • Tesla – Globalizar el transporte sostenible

  • Zappos – Entregar alegría

  • Google – Organizar la información del mundo y hacerla disponible

  • Southwest Airlines – Democratizar los cielos

PROPÓSITO Y SOSTENIBILIDAD

Tomando el ejemplo de Whole Foods, es imposible “crear un mundo más saludable” si se contamina al ambiente, si se mantiene un trato injusto con los proveedores, si no se es un participante activo de la sociedad, si no se crean y venden productos responsables, si no se es rentable, etc. Sencillamente se hace imposible, bajo los criterios de un propósito superior, ser una empresa insostenible.

De esta forma, el propósito es el norte que la empresa define para todo lo que hace. Algo que la mantiene viva, motivada y poderosa hacia el futuro. La sostenibilidad es el camino y los diversos mecanismos que se emplean para llegar a ese norte, o al menos mantenerse en constante movimiento hacia él.

¿CÓMO DESCUBRO MI PROPÓSITO?

Existen 3 ingredientes básicos para lograr definir/encontrar mi propósito como empresa:

  • Pensamiento en Sistemas: Comprender cómo mis stakeholders (agentes de interés) interactúan entre ellos. Un entendimiento sobre la inevitable conexión que existe entre nosotros y la gran sinergia que se puede lograr al respetar esa conexión.

  • Empatía: Entender a cada stakeholder de forma profunda. Poder meterme en sus zapatos. Es un proceso continuo que las empresas deben ejercitar.

  • Eliminación del Ego: John Hardman, un gran profesor y amigo indica que la sostenibilidad para una empresa es el inverso al ego. Complemento diciendo que el propósito de una empresa es contrario a su ego, ya que busca ser parte de una historia heroica sin querer ser el héroe.

RESONANCIA

No se trata de tener una frase bonita en la pared de la oficina. El propósito, más que las palabras que uso para describirlo, es un sentimiento generalizado en la empresa que define el “por qué”; por qué hacemos lo que hacemos cómo lo hacemos. No es lo mismo que la misión de mi empresa. El propósito es el legado, mientras que la misión es la estrategia central de la que haré uso para lograrlo.

Cuando logro encontrar y VIVIR el propósito, la resonancia con el consumidor es orgánica, se crea una reputación favorable que invita al consumidor a ser parte de mi legado y abogar por él – algo más poderoso que una simple compra.

SFS

ArchivoSebastian Falla